Quieres ser el empleado invisible en el trabajo, no quieres que tus jefes te molesten o te pidan cosas innecesarias. Aquí hay algunos consejos para lograrlo:
Una de las primeras cosas que debes hacer para ser el empleado invisible es aprender a desaparecer. El objetivo es que tus jefes no sepan que estás allí. No te sientes en tu escritorio todo el día, no seas el primero en llegar y el último en salir. Si tienes un horario de trabajo flexible, usa esa ventaja y trabaja cuando no hay nadie más en la oficina. Si necesitas estar allí en horario regular, crea excusas para desaparecer por períodos prolongados de tiempo. Di que tienes que ir al baño, toma descansos para el café o el agua y toma largos paseos alrededor de la oficina. Si te preguntan, simplemente di que necesitabas estirar las piernas o que necesitabas ir al baño nuevamente.
Asegúrate de estar al tanto de los proyectos en los que estás trabajando, pero solo involúcrate lo suficiente como para que tus jefes sientan que estás haciendo algo. Trata de trabajar detrás de escena, y cuando tus jefes te pidan actualizaciones, diles que estás trabajando en ello y que todo va bien. No des demasiados detalles, no querrás que te pidan seguir informando demasiado seguido. Comunica lo suficiente para que tus jefes sientan que están al tanto de tus actividades, pero no más.
Si tienes que interactuar con tus jefes, asegúrate de hacerlo con una actitud positiva. No muestres una actitud negativa, no hables mal de la empresa o de otros empleados. Si necesitas hacer quejas, hazlo de manera constructiva y sugiere soluciones. La idea es que tus jefes piensen que eres parte de la solución, no del problema.
No te involucres demasiado en proyectos que no son esenciales para tu trabajo. Trabaja solo en aquello que es necesario, y si puedes delegar responsabilidades en otros, hazlo. No querrás tener demasiadas responsabilidades, eso solo te hará más visible. Si necesitas decir que no a un proyecto, hazlo de manera educada y con una buena razón para evitar levantar sospechas.
Si estás trabajando desde tu computadora, ten cuidado con el correo electrónico. Responde a los correos de manera oportuna y adecuada, pero no lo hagas demasiado rápido para que los jefes no se acostumbren a recibir correos rápidos de tu parte. Si necesitas escribir algo que puede ser malinterpretado, habla en persona. Emails arriesgados pueden ser guardados ¡no querrás que algo malo esté volando en un correo electrónico de la empresa!
Ser un empleado invisible puede ser una gran ventaja si quieres reducir el número de cosas que tus jefes te piden hacer. Si aprendes a desaparecer, puedes dar la apariencia de estar haciendo algo más importante. No te involucres demasiado, trabaja detrás de escena, no muestres una actitud negativa, sigue de cerca solo lo que sea necesario y ten cuidado con el correo electrónico. Si sigues estos consejos, estarás listo para trabajar a tu propio ritmo y escapar de las miradas de tus jefes.