La exageración es un recurso humorístico muy utilizado para sacar una sonrisa o incluso una carcajada del público. Y es que los seres humanos tendemos a encontrar gracia en aquellas situaciones que se salen de lo común o que son exageradas de alguna manera. Por eso, hoy te traigo una selección de exageraciones que te harán reír sin parar. ¡Empecemos!
Comencemos por aquellas exageraciones que se pueden encontrar en el día a día. Por ejemplo, todos hemos oído alguna vez a alguien decir "tengo tanto sueño que podría dormir un mes seguido". Y es que, aunque sabemos que eso es imposible, es fácil empatizar con esa sensación de cansancio extremo.
Otro ejemplo de estas exageraciones cotidianas es "me comí una paella para tres personas". Es cierto que la paella es un plato que se suele compartir, pero tampoco es necesario que sea para tres personas. ¡Pero claro, si está tan buena, es fácil acabar comiéndola entera!
Y qué decir de la exageración más típica de todas: "me he reído tanto que me duele la barriga". Quien haya tenido una buena sesión de risoterapia sabe perfectamente de lo que hablo. Esa sensación de que los músculos abdominales se te han quedado agarrotados de tanto reír es, sin duda, uno de los placeres de la vida.
Las exageraciones también se pueden encontrar en el mundo de la gastronomía. Por ejemplo, seguro que alguna vez has oído a alguien decir "esta tortilla es más grande que mi cabeza". Y aunque es difícil que eso sea cierto, lo que está claro es que a todos nos gusta una buena porción de tortilla de patatas.
Otra exageración común en este ámbito es "me he comido una pizza entera yo solo". Aunque, como antes, es difícil que una persona consiga acabarse una pizza de tamaño normal en solitario, todos hemos tenido esas épocas de atracón de comida rápida en las que nos hemos sentido casi capaces de comernos todo lo que se nos ponga por delante.
Y no podemos olvidar esa exageración muy propia de los restaurantes chinos: "el arroz tres delicias que sirven aquí alimenta a un pueblo entero". Seguramente no sea así, pero es cierto que las raciones en los restaurantes chinos suelen ser muy generosas. ¡Mejor ir en grupo para poder probar de todo sin quedarse con hambre!
También podemos encontrar exageraciones en el ámbito social. Por ejemplo, "la fiesta estaba tan animada que parecía que se iba a caer la casa". Todos hemos tenido alguna fiesta así, en la que la música estaba tan alta y la gente tan entregada que parecía que el suelo temblaba. Y si alguien se quejaba del ruido, siempre podíamos recurrir a la clásica respuesta: "no te preocupes, que si la casa se cae yo te sujeto".
Otra exageración que se utiliza mucho en situaciones sociales es "estoy tan ocupado que no tengo tiempo ni de comer". Aunque es cierto que a veces el trabajo nos absorbe tanto que no nos queda ni un minuto libre, esta exageración puede tener un punto de falsa modestia. Siempre se puede sacar un hueco para un buen bocadillo o un plato rápido de pasta.
Y, por supuesto, no podemos olvidar esa exageración que todos hemos dicho alguna vez: "este viernes salí, me acosté tarde y este sábado como que no existo". Aunque es cierto que tras una noche de fiesta el cuerpo suele tener sueño acumulado, tampoco es necesario quedarse en la cama todo el día siguiente. ¡Hay que aprovechar el fin de semana al máximo!
Como has podido comprobar, las exageraciones son una herramienta muy útil para sacar una sonrisa en situaciones cotidianas. Además, estas exageraciones pueden ser de muchos tipos: desde las gastronómicas hasta las sociales pasando por aquellas situaciones que todos hemos vivido alguna vez. Así que, la próxima vez que alguien te cuente una exageración, ¡aplaude su sentido del humor y prepara tus abdominales para reír sin parar!