Todo el mundo ha tenido en algún momento la idea de ser algo distinto. Dejar atrás lo que es "normal" y tratar de encontrar algo que realmente te emocione. Bueno, para mí, ese algo era ser un payaso. Sí, un payaso, de esos que usan pelucas y narices rojas. Y hoy quiero contarte por qué fue la mejor decisión que tomé en mi vida.
Mi historia comenzó hace unos años. En ese momento, estaba atravesando algunos momentos difíciles en mi vida. No estaba contento con lo que estaba haciendo, no me sentía motivado y estaba en una especie de limbo emocional.
Fue entonces cuando tomé la decisión de hacer algo completamente distinto. Decidí ponerme una peluca, maquillarme la cara y salir a la calle como un payaso. Al principio, la gente me miraba raro, pero con el tiempo, comencé a recibir una gran cantidad de sonrisas y abrazos por parte de desconocidos. Y de repente, me di cuenta de que estaba encontrando una felicidad que nunca había sentido antes.
Desde que comencé a ser un payaso, mi vida ha cambiado por completo. Y me gustaría compartir contigo algunos de los beneficios que he encontrado:
Convertirse en un payaso no será la taza de té de todo el mundo, pero para mí, fue la mejor decisión que tomé en mi vida. Los beneficios que he encontrado han sido innumerables. La risa, la creatividad, la conexión humana y la libertad son solo algunos de ellos.
Si estás luchando por encontrar tu camino en la vida, te animo a que encuentres algo que verdaderamente te guste. Algo que te haga sentir vivo. Y quién sabe, quizás un día decidas ponerte una peluca y una nariz roja, y te conviertas en un payaso también.