¿Por qué siempre es divertido reírse de uno mismo?
En la vida hay momentos grises en los que nos sentimos tristes y abatidos, momentos en los que nos gustaría tener una varita mágica que nos permitiera olvidar todo lo malo que nos ha sucedido. Pero por suerte, también hay momentos en los que nos invade una felicidad inesperada, una carcajada que nos hace olvidar todos los problemas. Es aquí donde entra el humor, la capacidad de reírse de uno mismo y de las situaciones más absurdas que nos rodean.
En ocasiones, en lugar de solucionar los problemas, preferimos reírnos de ellos. ¿Por qué? Quizás porque el humor es una herramienta muy poderosa que nos permite relativizar las cosas y adaptarnos mejor a la realidad. Pero, ¿por qué siempre resulta tan divertido reírse de uno mismo?
En primer lugar, porque reírnos de nuestros errores nos permite aceptarlos e incluso aprender de ellos. Todos cometemos errores, todos nos equivocamos alguna vez en la vida. Pero si en lugar de lamentarnos por ellos, somos capaces de reírnos de nosotros mismos, la tensión desaparece y nos queda más energía para seguir adelante.
En segundo lugar, reírnos de nosotros mismos nos permite conectar con los demás. A veces, cuando nos equivocamos, nos sentimos vulnerables e incluso avergonzados. Pero si lo tomamos con humor, los demás también se relajan y se sienten más cerca de nosotros. La risa es contagiosa y cuanto más nos riamos, más felices nos sentimos.
En tercer lugar, reírnos de nosotros mismos nos ayuda a mantener una actitud positiva ante la vida y a no tomarnos las cosas demasiado en serio. Si somos capaces de ver el lado positivo de las situaciones y de no dramatizar todo lo que nos sucede, nuestra vida será mucho más feliz y agradable.
En definitiva, reírnos de nosotros mismos es una forma de demostrar que somos fuertes y de recordar que la vida es un camino lleno de altibajos. Si somos capaces de reírnos de nuestros errores y de nuestras imperfecciones, estaremos demostrando que somos capaces de aceptarnos tal y como somos y que somos capaces de afrontar cualquier situación con humor y optimismo.
Por todo ello, desde aquí te animamos a que empieces a practicar el humor y a reírte de ti mismo cada vez que tengas la ocasión. Verás cómo poco a poco te vas sintiendo más feliz y cómo tus problemas empiezan a parecerte menos importantes. ¡Vive la vida con humor y verás cómo todo te parece mejor!