El humor es una herramienta poderosa que puede unir a las personas y hacernos sentir mejor en cualquier situación. Hay muchos tipos de humor, desde los chistes ingeniosos hasta los comentarios sarcásticos, pero hay un tipo de humor que se ha ido ganando un espacio especial en la cultura popular, y este es el chiste malo.
El chiste malo es un tipo de humor que se basa en hacer chistes que son tan malos que terminan siendo divertidos. A menudo, estos chistes son predecibles, tontos o incluso absurdos, pero son tan malos que terminan haciendo reír a la gente independientemente de su calidad. Aunque pueden ser muy groseros, generalmente no ofenden a nadie, lo que los hace una forma relativamente segura de hacer humor.
El arte del chiste malo reside en su capacidad para hacernos sentir incómodos. Cuando escuchamos un chiste malo, esperamos algo más ingenioso o inteligente, pero cuando ese momento no llega, estamos atrapados en una especie de limbo que nos hace sentir incómodos. De alguna manera, esta incomodidad es lo que hace que el chiste malo sea divertido. La risa que produce es la liberación de esa tensión incómoda.
Una de las claves para hacer un chiste malo es simplemente no tener miedo de ser tonto. De hecho, cuanto más tonto seas, mejor será tu chiste. Los chistes malos son dormideros, así que cuanto más tonto sea tu chiste, mejor será para hacernos reír. No tengas miedo de utilizar juegos de palabras ridículos, chistes con animales, o chistes de papá. No tengas miedo de ser grosero o de hacer chistes sobre temas tabúes, como la menstruación, el sexo o la religión.
Como mencioné anteriormente, la incomodidad es lo que hace que los chistes malos sean divertidos. Así que, para hacer un buen chiste malo, debes de crear una sensación de incomodidad. La forma de hacer esto es mantener una larga pausa después de la broma o dar una respuesta que no tenga nada que ver con la pregunta. Por ejemplo, “¿Qué sale de la mezcla de un cerdo y un canguro? Jamón de canguro”. Aprovecha este momento de incomodidad para realzar el impacto de la broma.
Los chistes malos a menudo se basan en jugar con los chistes que ya conocemos, pero cambiándolos de forma absurda. Por ejemplo, “¿Por qué los pájaros vuelan hacia el sur en invierno? Porque es demasiado lejos para caminar”. Para hacer estos chistes, usa la estructura de un conocido chiste y utiliza el final más absurdo posible. Usando esta técnica se pueden crear chistes que sean inesperados, al mismo tiempo que familiar.
En muchos casos, lo que hace que un chiste sea tan malo que es bueno, es lo que se deja para la imaginación. Por ejemplo, una de las bromas más famosas propuestas por la página Reddit, "¿Por qué el hombre del tiempo va al psiquiatra? Porque Pre-Cipitación". Aunque la broma no tiene mucho sentido, hay algo encantador en la forma en que se deja la resolución de la misma a la propia imaginación de la audiencia.
Por último, la mejor forma de hacer un chiste malo es no disculparte por él. La idea detrás de los chistes malos es hacer reír a la gente, y si te disculpas, estás sugiriendo que tu chiste no es divertido. Los chistes malos pueden ser tontos, absurdos o predecibles, pero eso es lo que los hace divertidos. Si tienes confianza en tus chistes, encontrarás que la mayoría de las personas se reirán contigo, en lugar de justo de ti.
El chiste malo es un tipo de humor que nunca deja de sorprendernos, en parte gracias a lo cómodos que nos hace sentir, y en parte gracias a las imágenes absurdas que crea en nuestras cabezas. Si te gusta hacer reír a la gente, no tengas miedo de hacer tus propios chistes malos. Sigue las técnicas y trucos de los chistes malos que hemos hablado hoy, y pronto te encontrarás haciendo reír a las personas en cualquier situación.